El peligro de la web.2.0

Hace tiempo que quiero escribir esto, pero no encuentro el momento, el lugar, o quizás la valentía, para hacerlo. Pero el haber participado en un curso de verano de la UIMP dirigido por Rufino González y en la que planteamos algunas reflexiones que venimos haciendo en el grupo de investigación Stellae me ha permitido compartir con colegas y amigos unos días que han sido un extraordinario momento de desarrollo profesional, un espacio para la enseñanza y aprendizaje. El programa completo estaba pensado para invitarnos a reflexionar sobre el valor de las TIC en las escuelas, su título: ¿Provocarán las TIC una revolución en la escuela? era en sí mismo una provocación. Está en la base pensar que queremos que haya revolución, que ansiamos y esperamos un cambio real y significativo en el qué, el cómo y el para qué se está enseñando aprendiendo en las escuelas. En ese hilo entra una temática obligada en este tiempo que es la web 2.0, las escuelas 2.0, los/las profes 2.0, los alumnos/as 2.0 y todos los 2.0 que andan circulando por ahí.

¿Hasta qué punto todo esto de la web 2.0, desde el punto de vista educativo, no empresarial, no es un lugar para el autobombo, subir la autoestima, o llenarse los bolsillos con algún dinerillo que viene de la mano (en algunos casos) de cursos, cursillos, seminarios explicativos y, por qué no, del propio padre GOOGLE, que está repartiendo dividendos entre los diseminadores.

¿Hasta qué punto no es un lugar para continuar creando sociedades cerradas que de manera permanente, lo único que hacen es autoreferenciarse entre ellos? ¿dónde hay verdadera discusión de enfoques y perspectivas? ¿dónde está la crítica entre los participantes en estas comunidades? Se estila ignorar al no bendecido por determinados gurús. Y muchos por allí, están intentando golpear puertas desesperadamente para encontrar un sitio, por lo menos de segunda fila.

Parece que no es fácil animarse a discutir en al web 2.0, seguramente es más fácil citarse entre sí, parece como si el objetivo fuese ser famoso en este mundillo, que no es la tele del corazón... pero da buenos rendimientos.

Si hay peligros en Internet (y ese era un tema del curso que el profesorado tiene en mente muy a menudo) habría que añadirle el de la autocomplacencia. Contradicciones de este mundo contradictorio, porque eso es justamente lo contrario de la propia filosofía dospuntoriana plantea.