Blogia
Novas Tecnoloxías e profesorado

Juguetes

Juguetes Se ha abierto un debate en el foro de la asignatura Nuevas Tecnologías Aplicadas a la educación, desde mi punto de vista muy interesante. Todo comenzó con una anécdota relacionada con una clase, en la que los niños habían llevado ese juguetito que estaba de moda hace unos años (el tamagochi) y la maestra, decide prohibirlo en clase. Al otro día, con nota de la dirección, también se prohibe que lo lleven a la escuela. La pregunta es ¿qué les parece? ¿qué hubiesen hecho? ¿Es una tecnología que entra en la escuela?
Nunca imaginé que generase tal discusión, porque el curso se ha dividido entre los fundamentalistas que piensan que la escuela no está para juguetitos, y los que se oponen a prohibir (por principio) pero en este caso no saben muy bien qué hacer. De todos modos, la prohición en general y en un principio ha parecido de lo más lógico.
No se les ocurre otra posibilidad, la necesidad de orden y progreso les agobia. Son jóvenes de entre 20 y 22 años, la mayoría y la verdad, estoy asustada. Despues de una semana de discusión en el foro, han surgido algunas ideas, y se ha podido poner un poco de orden en la argumentación, sobre todo, con la premisa de que, si no estan de acuerdo con este tipo de juguetitos en general, o sí estan de acuerdo, pero la escuela no es lugar para eso.No es lugar para ningún tipo de juguetes. De todas formas, no es fácil que cambien la idea de ESCUELA que ya tienen incorporada por sus experiencias previas, las rupturas son dolorosas.

4 comentarios

alfonso -

La verdad a mi se me hace muy difícil el pensar que puedo preparar una sesión teniendo en cuenta el tamagochi ese, y menos aún tenerlo en cuenta la programación anual. No me imagino al redactar una memoria poner el uso de este juguete en concreto. Puede que yo esté ya desfasado y que tenga que aprender a mirar a la escuela de otra manera. De todas formas estoy seguro de que la renovación de la escuela pasa por muchas otras cosas que un juguete, no lo sé... como dice Saúl es algo que hay que pensar detenidamente.
Nunca he tenido un bicho de esos, y por lo tanto se me hace difícil pensar que ese juguete tenga fines educativos o formativos. Estoy casi seguro que los intereses son de enganchar, no hablo porque conozca el juguete, pero sí es cierto que ya hace tiempo hubo la noticia de que el tamagochi esclavizaba a los niños, quiero decir que los enganchaba, era adictivo por decirlo de otro modo. Y ese seguro que es el fin de su comercialización.
Yo, estaría de acuerdo en prohibirlo, a mi si a un niño le suena el bicho ese cuando estoy con una sesión (con intervención mediada indirecta xDD) desde luego que no lo permitiría. Está claro que en el aula hay un gran número de variables no predecibles, y que alteran todo lo que teníamos pensado llevar acabo.
Pero como diría el gran maestro Xan aprendemos cuando modificamos nuestras teorías personales, así que ... a lo mejor un día me veis diciendo algo distinto.
Perdón por sintetizar tan poco pero... me gusta hablar.

Saúl Olveira -

Yo no me decanto ni por prohibirlo radicalmente, ni por dejar que jueguen los chavales a sus anchas en clase. Supongo que tendría que pensármelo detenidamente para ver qué opción se adaptar mejor a lo que queremos que los alumn@s aprendan sobre el uso de estos juguetes electrónicos

laura rodriguez -

Estoy de acuerdo con Natalia!!creo que lo más importante es que los padres y los maestros eduquen en el uso de este juguete: expliquen a los niños que ese juguete no es real, que no se muere de verdad,etc....sobretodo si el niño es muy pequeño pues puede confundir realidad y ficción.Pero no prohibirlo porque si!!Pienso también que es cierto lo que dice Adriana en cuanto que entendemos la escuela como nosotros la hemos vivido,pero como futuros docentes pienso que debemos dejar atrás estos pensamientos y pensar que en la escuela por su función socializadora, todo puede ser educativo!!

Natalia Pereira -

Bueno, como ya dije en el foro, pienso que la maestra y demás docentes del centro deberían haber buscado otra alternativa y no optar por la solución más rápida, cómoda y -según ellos- la más efectiva. ¿Quién no ha sido niño y ha tenido juguetes que estaban de moda? ¿Acaso a nosotros nos gustaría que nos prohibiesen hacer algo que realmente nos gusta? Creo que no, y la prohibición en edades infantiles es aún peor y ello les "anima" a rebelarse más todavía. Es cierto que hay un momento para todo, vale, pero la escuela es una institución cuya finalidad es educar para la vida, no sólo para TRANSMITIR conocimientos. Por ello, mi opinión es que desde la escuela se debería enseñar a los niños a darle un uso correcto al tamagotchi, en este caso. No optemos por lo más cómodo como docentes...